El asma es una enfermedad crónica
inflamatoria de las vías aéreas que está bajo influencia de interacciones genéticas
y ambientales; y se caracteriza por inflamación de la vía a área que es
eosinofilica clásicamente, junto con cambios en la función pulmonar, específicamente
hipersensibilidad de la vía aérea. Adicionalmente
se evidencian cambios estructurales dentro de las vías, proceso conocido como
remodelamiento, y que comprende fibrosis subepitelial, aumento de la masa de
musculo liso, angiogénesis e hiperplasia de las glándulas secretoras de moco.
La respuesta fisiológica a los
diferentes alérgenos del aire, comprende una respuesta de tolerancia inmunológica,
debida a una red compleja de células y moléculas; en contraste los pacientes asmáticos
responden con una respuesta inflamatoria aguda que puede resolver o convertirse
en un proceso crónico. Este proceso fisiopatológico se considera que esta
comandado por las células TH2 del sistema inmune, en donde las citoquinas
producidas por esta población celular son las responsables del componente atópico
de las personas que padecen de asma alérgica, sin embargo otras poblaciones de células
efectoras tipo T se observan en el pulmón y se evidencia producción de otras citoquinas
diferentes al pool TH2, lo que significa que hay diferentes interacciones de
otras vías del sistema inmune.
La expresión de ciertas
citoquinas como la IL4, IL5 y la IL13, son fundamentales en dirigir las características
patológicas claves de la respuesta alérgica, incluyendo la inflamación eosinofilica,
la producción de moco, el remodelamiento de la vía aérea y el curso patológico de
la hipersensibilidad de la vía aérea. Las células TH22 se caracterizan por
secretar IL22, expresar receptores de membrana tipo CCR4 Y CCR10. La IL22 cumple
un papel importante en las superficies mucosas, particularmente en la
homeostasis epitelial y mantenimiento de la función de barrera; y se ha
evidenciado que el los pacientes con asma alérgica su proceso atópico se debe
en parte a una hiperfunción de esta subpoblación celular, con aumento en la secreción
de la IL22 y aumento en la proliferación y descamación de las células epiteliales
de las diferentes mucosas, lo que provee un ambiente alergénico y proinflamatorio,
por disregulación en ciertos mecanismos de control de la proliferación celular.
La inflamación alérgica parece
representar una respuesta anormal a partículas del aire no patógenas; dicha
respuesta se da por diferentes reacciones inmunológicas que normalmente se
encuentran suprimidas por una compleja red de procesos fisiológicos que
incluyen células y citoquinas reguladoras, las cuales mantienen la tolerancia
de la vía aérea, por ello las células T reguladoras y las citoquinas que ellas
producen (IL10, TGF-b) cumplen un papel fundamental en la homeostasis inmunológica.
Adicionalmente existe evidencia de que los eventos tempranos en la vida como la
exposición a ciertos alérgenos y las infecciones, son muy importantes en el
proceso de programación de vías reguladoras efectivas que mantienen una
homeostasis pulmonar. En los pacientes asmáticos hay una alteración en los
mecanismos de regulación, permitiendo el desarrollo de la inflamación pulmonar
frente a la exposición a proteínas inocuas
como el polen; es por esto que la comprensión de todos los mecanismos inmunológicos
son la base del manejo actual y de los posibles avances que se hagan para
cambiar o alterar positivamente el curso de la enfermedad.
Lo anterior evidencia que la
plasticidad de las células T, es decir sus diferentes fenotipos producidos según
el microambiente, hace que esta población celular sean las responsables de los
procesos fisiopatológicos en los pacientes con asma, que llevan a un
remodelamiento celular pulmonar, impactando negativamente en la calidad de vida
del paciente y representando un reto terapéutico para el personal médico. Sin embargo
existen diferentes brazos de investigación que entendiendo los procesos
inmunológicos inmersos en esta enfermedad, buscan hacer las terapias más
dirigidas para así generar medicamentos o terapias más efectivas y seguras que
puedan combatir este proceso inflamatorio alérgico crónico.
Clare M. Lloyd, Sejal Saglani. T cells in asthma:
Influences of genetics, environment, and T-cell plasticity. Clinical reviews in
allergy and immunology. 2013 American Academy of Allergy, Asthma &
Immunology
No hay comentarios:
Publicar un comentario