sábado, 9 de marzo de 2013

INFLAMACIÓN, INMUNIDAD E HIPERTENSIÓN


Diferente al sistema inmune innato, la respuesta adaptativa es muy especifica, y se fundamenta en la función de las presentación antigénica de las células presentadoras de antígeno de los tejidos periféricos de proteínas extrañas, como bacterias y virus y el procesamiento de las mismas a pequeños epítopes que son presentados en el contexto del complejo mayor de histocompatibilidad CMH.
La activación de los linfocitos CD4 esta mediada predominantemente por las células dendríticas (D) que procesan los antígenos en fagosomas y los presentan como epítopes al CMH II; entonces las CD migran a los órganos linfoides secundarios donde buscan una célula T que tenga un receptor de celular T que reconozca el epítope, cuando lo encuentra se genera una interacción del MHC con el receptor en una región llamada sinapsis inmunológica. Otra interacción muy importante que ocurre en este sito es la coestimulación que está dada por interacción de ligandos de la CD (CD80 CD86) y la célula T (CD28). Así mismo existen otras moléculas coestimuladoras como el TNF que ayuda a mantener la estimulación de los linfocitos B por los linfocitos T.
Otras células presentadoras de antígeno son los macrófagos, las células B y las células endoteliales activadas, particularmente importantes en la biología cardiovascular; como resultado de los procesos mencionados las células T proliferan, producen citoquinas, y alteran la expresión de receptores de superficie que permiten si egreso de los órganos linfoides y arribar a sitios de inflamación periférica. Igualmente las células T helper se unen a las células B y promueven la producción de anticuerpos
En contraste de los linfocitos CD4 los CD( se activan a través del CMH I que esta no solo en las células dendríticas sino en todas las células nucleadas, estos linfocitos activados son células citotóxicas, pues producen moléculas asesinas como la perforina y las granzimas, que causan la muerte de las células adyacentes por producción de diferentes citoquinas que también tienen roles fisiopatológicos.




Observaciones recientes en cuanto a la inmunidad adaptativa e hipertensión

En las últimas décadas se ha postulado que la hipertensión tienen una base inmunológica, pues se han realizado varios experimentos en ratones que así lo demuestran, por ejemplo en ratones deficientes de células T y B los grados de hipertensión causados por una infusión crónica de angiotensina estaban notablemente reducido respecto a ratones normales, adicionalmente estos ratones estaban protegidos del incremento de producción de superóxido por las células endoteliales y también estaban protegidos de la perdida de la vasodilatación dependiente del endotelio que generalmente acompaña la infusión de angiotensina. Adicionalmente se transfirieron células T a estos ratones deficientes pero no células B y se observo que los grados de hipertensión fueron casi iguales a los ratones control o silvestres. Igualmente la transferencia de células T, altera la vasodilatación dependiente del endotelio e incrementa la producción de superóxido.
Por otra parte la infusión de angiotensina genera un aumento en los marcadores de las células T efectoras como CD69 y CCR5, además de aumentar los niveles vasculares de RANTES (especies reactivas de oxígeno); entonces al igual que muchos estímulos inflamatorios la hipertensión tienen un efecto dual: primero promueve la activación celular y además incrementa la expresión de quimioquinas y moléculas de adhesión en órganos blanco, para generar de esta forma la entrada de células inflamatorias activadas a los tejidos. En otros estudios se ha evidenciado que el ambiente hipertensivo aumenta la producción y liberación de RANTES, en la grasa perivascular.    
También se ha evidenciado que las células T son esenciales para la hipertensión inducida por norepinefrina.
Recientemente se ha comprobado en ratones inmunodeficientes que estos después del estimulo hipertensivo se encuentran protegidos de efectos como la hipertrofia ventricular, la fibrosis cardiaca y la albuminuria.

Papel de las citoquinas en la hipertensión
Basados en todos los estudios se puede deducir que el estimulo  hipertensivo hace que las células T activadas se acumulen en la grasa perivascular y los riñones, donde producen y liberan citoquinas que afectan las células vasculares y tubulares adyacentes, adicionalmente estas citoquinas producidas por las células T y otras células inflamatorias contribuyen al mantenimiento del estado hipertensivo.
La IL-6 se ha implicado en la hipertensión inducida por la angiotensina II, y más recientemente se encontró que la IL-17 contribuye a la aparición de la hipertensión, pues los experimentos muestran niveles aumentados de esta proteína en estados hipertensivo y adicionalmente se sabe que en presencia de esta hay mayor producción de superóxido y mayor reducción de la vasodilatación dependiente del endotelio. La IL-17 genera Quimiotaxis de otras células proinflamatorios en parte por liberación de más quimioquinas.  

Otros estudios han evidenciado un papel protector de los LT reg., pues reducen la inflamación cardiaca, la hipertrofia ventricular y la fibrosis causada por la hipertensión crónica inducida por la angiotensin, además esta población reduce los niveles circulantes de LT activados lo que disminuye la respuesta inflamatoria ya mencionada



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