La respuesta inmune tiene capacidades increíbles para
combatir todas esas fuentes de antígenos extraños y mantener limitados el paso
de diferentes partículas al interior de nuestro organismo. Parte de ellas aguardando
de forma constante la llegada de una nueva amenaza; como lo son las proteínas en
las barreras naturales o en las capas de moco de casi cualquier superficie
corporal. Pero, cuando estas primeras barreras son sobrepasadas hay una señal
de alerta que indica un área donde este aislamiento ha sido alterado y se deben
enfocar los esfuerzos al control de la lesión.
De esta forma sin importar el estímulo sea físico químico o por la acción de algún microorganismo se genera una lesión y ese daños sobre cualquier celular y el reconocimiento de PAMP’s y DAMP’s lleva a la producción de una respuesta que genera cambios locales y sistémicos, donde las interleuquinas y las quimioquinas desempeñan un papel crucial al comportarse como las hormonas del sistema de defensa. Apoyados también por la acción de múltiples proteínas y células que buscan el control de esa situación.
Esto sucede en la gran mayoría de los casos donde luego de una fuerte respuesta se presenta una regulación de este evento, sin embargo en algunas ocasiones esta respuesta no se detiene, en donde por características de la causa de la lesión esta no puede ser eliminada; como un trozo de metal enclavado en la piel en donde se forma una respuesta crónica tipo granuloma si grandes repercusiones. O pasa que esta respuesta se altera y al persistir de forma descontrolada puede llevar a la generación de alguna enfermedad dependiendo de la alteración observada.
Fenómeno similar al caso de la enfermedad de
diabetes mellitus tipo 2, en donde por diferentes factores se genera falla de
la célula beta pancreática; pues la hiperglicemia y la dislipidemia causan
glicolipotoxicidad que puede llevar al desarrollo de resistencia a la insulina,
estrés oxidativo y disfunción endotelial, así como la activación de mediadores
proinflamatorios y la infiltración por parte de macrófagos en el tejido. Proceso
que permite que se presente más daño a nivel del tejido pancreático y alteración
del mismo con cambio de su estructura y función con reemplazo por tejido
fibroso del tejido productor de insulina llevando al desarrollo de la
enfermedad.
Los factores proinflamatorios llevan a la expresión
de interleuquinas que son liberadas directamente a la sangre, y con toda su respuesta
puede ser evaluada su presencia por medio de la detección de biomarcadores que
son proteínas que pueden ser medidas para establecer una actividad biológica en
particular como sería el caso de evidencia de un proceso inflamatorio de las arterias
en particular
Referencias
Pelletier M, Lepow TS, Billingham LK, Murphy MP, Siegel RM. New tricks from an old dog: Mitochondrial redox signaling in cellular inflammation. Semin Immunol. 2013 Feb 4. pii: S1044-5323(13)00003-1. doi: 10.1016/j.smim.2013.01.002. [Epub ahead of print]
Akash MS, Rehman K, Chen S. Role of inflammatory mechanisms in pathogenesis of type 2 diabetes mellitus. J Cell Biochem. 2013 Mar;114(3):525-31. doi: 10.1002/jcb.24402.
Wong BW, Meredith A, Lin D, McManus BM. The biological role of inflammation in atherosclerosis. Can J Cardiol. 2012 Nov-Dec;28(6):631-41. doi: 10.1016/j.cjca.2012.06.023. Epub 2012 Sep 15.
Packard RR, Libby P. Inflammation in atherosclerosis: from vascular biology to biomarker discovery and risk prediction. Clin Chem. 2008 Jan;54(1):24-38.
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