sábado, 21 de enero de 2012

Inmunidad celular: linfocitos T


Para algunos, realizar una evaluación objetiva de los procesos inmunológicos durante la práctica clínica es tal vez algo dispendioso, y hay quienes a pesar de saber algunos conceptos teóricos, llegar a optar por omitir el tema.  Magno error aquel, mas cuando nos referimos a un sistema tan dinámico y bien articulado como lo es el sistema inmune, cuyas numerosas células e infinidad de moléculas se hacen enormes ante nuestros ojos en todos los complejos clínicos, pero tristemente “los ojos no ven lo que la mente no sabe”.

Para fundamentar lo expuesto en el párrafo anterior, en esta oportunidad vamos a enfocarnos en la Respuesta Inmune Celular, la cual esta mediada por los linfocitos T y las sustancias que estos liberan.  
Hijos de la médula ósea como los son todas las células que se encuentran en la sangre, los linfocitos T cursan su proceso de maduración en el TIMO  de donde deriva su denominación. Tras ser preparados para reconocer cierto tipo de antígenos, estas células salen “vírgenes” a circulación, cabe resaltar que a pesar de denominarse "virgenes", estas células pueden haber recibido señales de activación específicas que tipifican cierto subtipo.
De manera general se sabe, que cada una de estas células cuenta con unos receptores de membrana que favorecen el reconocimiento y la señalización (CD247, TCR αβ / γδ, CD3), Correceptores para HLA (CD4/CD8), moléculas co-estimuladoras (CD28, CD40L), moléculas de adhesión (CD2, LFA-1, L-selectina) y contrarreguladoras de la activación (CTLA-4).

A partir del correceptor para HLA, se establecen dos tipos: si el linfocito expresa el correceptor CD8  se convertirá en un linfocito citotóxico, contrario a los que expresan el correceptor CD4 los cuales serán linfocitos T “helper” LTh.  

Hacia mediados de la década de 1980, los linfocitos Th fueron subdivididos en Th1 y Th2, desde entonces a la actualidad ya se han descrito cinco subespecies mas: Treg, Th 22, Th9, Tfh y Th17.

Los detalles acerca de la función y activación de estas células son bastante interesantes, pero se salen del objetivo del presente escrito.

Células Th 17: Inflmación y asma, de lo molecular a la clínica


El asma (palabra que traduce jadeo), data del tiempo de Hipócrates. En la actualidad es la enfermedad crónica más común de los niños, y se estima que cerca de 235 millones de personas la padecen en todo el mundo.
Las características típicas de esta enfermedad corresponden a sintomatología variable, hiperreactividad bronquial, obstrucción reversible de la vía aérea, en inflamación crónica subyacente.
Desde el punto de vista fisiopatológico, se reconoce un proceso multifactorial y una de las teorías más aceptadas obedece a un desbalance inmune que conlleva a una respuesta Th2 sobreexpresada, caracterizada por eosinofilia, edema y sobreproducción de moco en el tracto respiratorio inferior.
Con base en lo anterior un tratamiento basado en Cortoesteroides inhalados, y agonistas β1, sería la solución al problema al obtener una supresión de la respuesta inflamatoria y dilatación del tracto respiratorio respectivamente; y actualmente son estos los compañeros inseparables de un asmático.
Pero, ¿qué sucede cuando nuestro paciente es una mujer de mediana edad que presenta frecuentemente crisis severas, y que tras la realización de un lavado broncoalveolar (BAL), encontramos neutrofilia en lugar de los comunes eosinófilos, y altas concentraciones de IL8?
¡¡¡ Vaya sorpresa para el clínico !!!. 
A lo anterior le sumamos que la respuesta al corticoesteroide es deficiente  por cuanto el control de la enfermedad es difícil, es entonces cuando la inmunología que muchos creían poco útil nos juega una mala pasada, y desde ella partimos en busca de una explicación lógica y un tratamiento idóneo.
Con lo anterior me refiero a los nuevos avances en la fisiopatología del asma y la inflamación de la vía aérea, en cuya versión las células Th 17 y sus citoquinas son los nuevos protagonistas.
Resulta que el paciente descrito en líneas anteriores existe y corresponde a un fenotipo no alérgico del asma, en cuyo caso predominan  mayores cantidades de IL8, molécula quimioatrayente responsable en parte de la neutrofilia encontrada.
Adicionalmente, estas altas concentraciones de IL8 favorecen la sobreexpresión del receptor β de corticoides el cual no permite los procesos de señalización intracelular que suprimen la respuesta inflamatoria en presencia de estos medicamentos, razón que fundamenta la no respuesta al tratamiento.
Hasta este punto el lector se puede estar preguntando que tiene que ver las células Th17 con todo este cuento, éstas últimas descubiertas en el año 2007, inicialmente definidas como promotoras de mecanismos de defensa contra antígenos extracelulares además de actividad en las enfermedades autoinmunes, resultan de la estimulación de altas dosis de TGF β e IL6. Su molécula principal, la IL17a, es un potente generador de inflamación a través de la inducción de citoquinas que activan M@, Neutrófilos y factores de crecimiento que incluyen CXCL1 (KC), CXCL2 (MIP-2), CXCL5 (LIX), CXCL8 (IL-8), CXCL9 (MIG), CXCL10 (IP-10), CCL-2 (MCP-1), G-CSF, y GM-CSF. Además establece sinergismo con el TNFα, del cual se obtiene un incremento en la estabilidad del mRNA de los genes de IL6, IL8, CXCL1, CXCL2 y el factor de trascripción NFκβ. De esta manera se genera un ciclo de inflamación sostenida.

Si tomamos los datos anteriormente expuestos tenemos que los pacientes asmáticos pueden exhibir dos fenotipos, uno alérgico que se caracteriza por una respuesta Th2 que genera eosinofilia, responde a tto corticoesteroide y es más común en los niños, generando asma leve – moderada, y un fenotipo no alérgico caracterizado por neutrofilia, e IL8, mediada probablemente por una sobreexpresión Th17 y con pobre respuesta a tratamiento que predomina en mujeres de mediana edad y cuya presentación es severa, con mayor inflamación, reactividad y producción de moco.

Aujla S, Alcorn J. T H 17 cells in asthma and in fl ammation. Biochimica et Biophysica Acta. 2011. 1066 – 1079


Hay que resaltar respeto al tratamiento que le bloqueo de las células Th17 o de su IL17a podría representar una opción de tratamiento, pero, sin olvidar la gran utilidad que estas células ofrecen en la respuesta antibacterial ¿será que es mayor el beneficio que el riesgo?.

Por último las 956 palabras previas solo tratan de mostrar uno de los miles de ejemplos en los cuales las pequeñas moléculas de la inmunología se hacen inmensas en la clínica, quien pensaría que una células de tan solo unas micras generaría inconvenientes de tal magnitud?.


REFERENCIAS

Rojas W, Lopera D. Linfocitos T e Inmunidad Celular. En Rojas W, Anaya JM, Aristizabal B, Cano L, Gómez L, Lopera D. INMUNOLOGIA DE ROJAS. Ed. CIB. Medellin. ED 16. 2012. Cap. 10

Aujla S, Alcorn J. T H 17 cells in asthma and in fl ammation. Biochimica et Biophysica Acta. 2011. 1066 – 1079

Lemanske R, Busse W. Asthma: clinical expression and molecular mechanisms . J. Allergy Clin. Immunol. 2010. 125: S95 –S102

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