El
complejo de histocompatibilidad tipo 1 está diseñado para presentar patógenos
intracelulares en la superficie de la membrana plasmática, en donde los
linfocitos citotóxicos pueden detectarlo. La mayoría de los péptidos del MHC-I
se derivan de proteínas citosólicas o nucleares, que son degradadas
secuencialmente por el proteosoma y por peptidasas citosólicas. Cuando las
proteínas son cortadas los péptidos resultantes se unen a chaperonas o a un
transportador llamado el TAP que se localiza en la membrana del RE.
Cuando
un péptido es transportado por el TAP al interior del RE se puede unir a
chaperonas o a aminopeptidasas del RE. La PDI es una chaperona que une péptidos
de distintas longitudes y secuencias, los péptidos que se unen a la PDI son
protegidos de la degradación. Finalmente, los péptidos pueden ser rápidamente re-translocados
en el citosol, esto con el fin de mantener una concentración baja de péptidos
en el RE y de garantizar que solo los péptidos más nuevos permanezcan en él.
El
MHC-I tiene que tener una alta afinidad por los péptidos debido a que estos permanecerán
en la superficie de las APCs por días hasta que ellas migren a los nodos
linfáticos a presentarlas. Solo los complejos que tengan una alta afinidad
pueden llegar a la membrana plasmática. Para poder unir el péptido al MHC, se
necesita del denominado complejo de carga de péptidos que está formado por las
proteínas tapasina, calreticulina y la oxidorreductasa ERp57; estas proteínas
se encargan del control de calidad. La PDI es muy importante en el ensamblaje
del MHC, en los estudios cuando esta proteína es depletada se produce una
acumulación de MHC-I. La PDI provee una actividad oxidorreductasa para permitir
que el puente disulfuro que “amarra” el péptido deje de ser receptivo y se
libere el péptido. En resumen, las proteínas PDI y ERp57 se colaboran para reducir
y oxidar las interacciones entre el MHC y los péptidos anclados.
El
CMV (Citomegalovirus) ha evolucionado para atacar la vía del MHC-I, su proteína
US3 se une al TAP y a la tapasina. En las últimas investigaciones se ha visto
que la US3 se une a la PDI reduciendo la capacidad de las células de presentar
antígenos.
Cell
127, October 20, 2006 ©2006 Elsevier Inc.
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