La respuesta inmunológica como se ha revisado previamente es
un sistema de defensa ante agresores externos y un vigilante de un adecuado
funcionamiento de las condiciones celulares dentro del organismo. Parte de
estos agresores son las bacterias que han desarrollado la capacidad para vivir
en nuestro interior de forma simbiótica como el caso de las bacterias
comensales en el intestino o de forma lesiva como un gran número de infecciones.
De forma interesante tenemos la apreciación que las
bacterias son lesivas, pero la biota en nuestro organismo es una forma de
evitar la invasión de otras bacterias patógenas al bloquear su unión o al
disminuir la cantidad de sustratos requeridos para un óptimo crecimiento de
bacterias patógenas especialmente en las mucosas de nuestro organismo. Sin embargo
recientemente también se han asociado con papeles tan fundamentales para el
buen funcionamiento del cuerpo como lo es el control de la tolerancia a múltiples
antígenos y donde la ausencia permanente de estos microorganismos en nuestro cuerpo
puede llevar a fenómenos inflamatorios.
Esto junto a la labor que desempeñan dentro del metabolismo
de algunos alimentos es importante tanto en la degradación de carbohidratos
como la síntesis de proteínas, hacen de estas bacterias un grupo valioso de huéspedes.
Sin embargo de la misma forma la bacterias son organismos
primitivos que se han especializado en el trascurso de los milenios para
obtener recursos la gran mayoría del ambiente pero de igual forma alguna tienen
la capacidad de aprovechar los sustratos que se pueden obtener de nuestras células.
El sistema inmunológico posee un gran número de mecanismos para su control pero
tienen habilidades específicas para la unión a ciertos receptores en
superficies celulares, evasión del reconocimiento en las mucosas, bloqueo de
sustancias antibacterianas, invasión del epitelio, escape de la fagocitosis,
resistencia a los mecanismos de control humoral, interferencias de la secreción
de citoquinas y la inhibición de respuesta de linfocitos T y B específicas.
Afortunadamente se han descubierto medicamentos que bloquean
el crecimiento y/o eliminan estas bacterias pero el desarrollo de resistencia
es una gran problema, de manera interesante se ha cambiado de objetivo en el
tratamiento de estas infecciones con el desarrollo e investigación en
tratamiento inmunoestimulador, en donde al intervenir en una via de estimulación
tipo NOD y potenciando la acción de inflamosoma se han reportado resultados
prometedores en modelos animales y hacia este respecto se están destinando
recursos en varios laboratorios de distintas regiones del mundo .
Referencias
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